¿Por qué la experienca estética se ha vuelto tan polémica? Desde los comienzos de la modernidad, el régimen de transformaciones permanentes de la era industrial modificó radicalmente la noción de lo bello.
El sentir estético nunca se revela como una manifestación
Idéntica en todos y cada uno de nosotros, ni siquiera es igual en todos los momentos.
La categoría estética de lo polémico nos conduce a una catarsis en la que se manifiestan nuestros sentimientos más profundos y nos permite tener conciencia plena de lo real. Sólo entonces seremos capaces de discernir entre aquello que es polémico y distinguir en esta realidad lo que nos parece bello,  Atrás quedó el ideal armónico y trascendente. La belleza empezó a estar acompañada por conceptos como “novedad” “lo último” “lo mas caro”. Para decirlo de otro modo: hace rato que ya no es dominante la creencia de que el arte debe ser el lugar de la armonía, la estabilidad. El arte puede ser inquietante y sobrecogedor.
Lo bello tiene un carácter altamente transformador, tanto para el bien como para el mal.
El crítico norteamericano Harold Rosenberg, quien usó la noción de "objeto de ansiedad" para explicar el objeto de arte contemporáneo: algo que provoca más interrogantes  que certezas, y pone al espectador ante la obligación de decidir por sí mismo, sin criterios fiables, si lo que tiene ante sí puede ser considerado arte, no tiene nada que ver con el ideal de belleza ni con la cultura, la frontera entre los registros del arte contemporáneo es muy frágil y las contaminaciones entre arte, espectáculo, show e impacto están a la orden del día.




El artista se llama Anthony McCall y trabaja la luz de una manera magistral